Paul McCartney contaba que lo que lo enamoro, antes que nada, de su esposa Linda, fueron sus fotografias: ella tomaba, contaba el gran Paul, fotos cuando uno estaa fuera de pose, fotos que eran maravillosas porque mostraba a las celebridades como seres humanos, en esos momentos donde, lejos de las luces, podian ser ellos mismos.
En su pequeña confesion domestica, una de las grandes cabezas creativas de los Beatles -la otra, por supuesto, era John y, finalmente, George-, logra sintetizar como debe trabajar un buen fotografo: captando, con su camara, esos fugaces momentos que, para los seres comunes y corrientes, pueden pasar totalmente desapercibidos.
Porque los buenos fotografos trabajan, siempre, en contra del tiempo: saben que la diferencia entre una toma excelente y una que no lo es median segundos, el tiempo que tardan, precisamente, en "ver" una situacion potencialmente rica y apretar el obturador.
Linda McCartney trabajo durante toda su vida para capturar esos momentos y, en la gran cantidad de muestras que monto demostro claramente lo duro que habia luchado para que diferentes y fundamentales momentos de la vida de su marido y su familia no se perdieran.
Alli, Paul ya no es el Beatle reconocido por todo el mundo sino un hombre de familia que juega con sus hijos o simplemente se dedica a arreglar una cerca en su granja de Escocia, alejado del mundanal ruido y vestido con ropa de fajina.
Como uno de los principales grupos de fotografos en Madrid, CHC lleva, desde abril del 2002, realizando una tarea similar a la de Linda: capturar momentos unicos para ofrecerle a sus clientes postales de una vida feliz que, de otro modo, se perderian, lamentablemente, para siempre.
Para saber más al respecto solo ingrese a la pagina web de CHC: http://reporteroschc.com/
|