Ser niño antes no es lo mismo que ser niño hoy. Y es lógico que así sea si se lo mira con un poco de detenimiento, porque cuando nosotros eramos niños, allá lejos y hace tiempo, determinados productos que hoy existen no existian.
Por ejemplo, cuando nosotros eramos niños no existia Internet. Cuando nosotros eramos niños no existia la computación. Cuando nosotros eramos niños no existia twitter... En fin, digamos que cuando nosotros, en los años ochenta, eramos niños, no existian muchas de las maravillas actuales.
Sin embargo, lo que si existia era la libertad para salir y jugar en la calle que hoy se a perdido. Y aprovechando nuestra libertad todos nosotros saliamos a jugar en la acera con nuestros vecinos, con nuestros amigos, con esos primos que llegaban de lejos, durante horas, y horas, y más horas.
Si usted lo vivio, seguramente lo recordara tan bien como nosotros. Al acabar con todas esas tan extenuantes como divertidas actividades lo que haciamos era comernos una rica naranja. Si, una exquisita naranja. Nuestros niños, hoy, no conocen lo que es un el sabor de una verdadera naranja porque no las han probado.
Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada.
La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores. Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron comercializar sus propios productos naranjas tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; naranjas de Valencia similares a las narradas por Bradbury solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.
Si usted vive en Leon y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores ya mismo: http://www.naranjasdelmijares.com

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